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Mentiras Personales. ¿Conoces las tuyas?

Hello again! El 2 de marzo de 2019 compartí el siguiente escrito en el primer Blog que tuve. Es tan relevante aún que merece que lo comparta ahora aquí. ¡Disfrútalo!


Hace unos días estaba hablando sobre mis mentiras personales con un grupo de amigas. A medida que les contaba sobre ellas veía cómo sus caras se transformaban mientras me escuchaban y casi que las podía oír preguntándose interiormente “¿cómo es posible?”

Puede que tu cara al leerme a continuación también se desfigure o puede que te identifiques conmigo and it’s ok porque para mí lo más importante es exponerte algo con lo que vivo a diario y cómo lo manejo sabiamente para que no me detenga en mis objetivos.

Para agosto de 2016 comencé un proceso que se conoce como Rebirthing. Es una técnica que requiere la compañía y supervisión de alguien adiestrado y con experiencia. Esa persona que me llevó de la mano fue mi maestra de yoga y meditación para aquel tiempo. La técnica provee que podamos sanar muchas memorias del subconsciente y con ello que podamos reconocer creencias limitantes, interpretaciones erróneas, pensamientos nocivos y la raíz de ellos, para entonces trabajar activamente de forma consciente en redirigir y cambiar el rumbo de nuestras vidas, yendo más livianas, más serenas, conociéndonos más y viajando por la vida menos automáticas y reactivas.

Me bastó una primera sesión de Rebirthing para identificar mis Top Four mentiras personales y ahora te las voy a revelar:


• "No me quieren"
• "No puedo hacerlo"
• "Soy fea"
• "Soy bruta"
 

Y es aquí cuando posiblemente tienes la cara desfigurada y te estás diciendo “¿qué yo acabo de leer? ‘perate, déjame ir pa’rriba a ver otra vez”, jaja 😅😅😅

Bueno, pues te cuento, lo que leíste es mi verdad y esas son mis cuatro mentiras personales. ¿Cómo se formaron? Ahora te explico —y cabe destacar que en términos generales, muchas veces, las mentiras personales toman lugar cuando la comunicación es pre verbal y son interpretaciones que hace nuestro cerebro según las circunstancias que estamos experimentando, en momentos tan tempranos como concepción, gestación, nacimiento y niñez.

• Mi madre tomaba anticonceptivos para evitar quedar embarazada. Durante tres meses tuvo su menstruación normal mientras sin saberlo yo me formaba dentro de ella. Dos pruebas de embarazo (orina y sangre) luego de experimentar nauseas que ella le achacaba a algo que comió fueron falsos negativos y la tercera (de sangre) fue la que a los tres meses le reveló a mi madre que estaba embarazada. Lo primero que su doctora le advirtió era que su bebé (o sea, yo “que aún soy una beba” 😇 🤣🤣🤣) podía venir con defectos. Fuera como fuera, si no ponía en riesgo su vida ni la mía, mi madre le dijo a la doctora que quería continuar el embarazo. Durante tres meses existí sin que la persona que debía cuidarme y protegerme lo supiera, de ahí mi primera mentira personal: no me quieren "porque si ya estoy aquí y tú no te das cuenta, entonces es porque no te importo”.
• El 5 de agosto de 1987 mi madre -primeriza- llegó de nueve centímetros al hospital y tan pronto una de las enfermeras notó su estado comenzó a gritarle “¿pero tú estás loca? ¿Por qué no viniste antes si tú estás por parir? ¡Hay que llamar al médico!” (Posiblemente esa sea la razón por la que detesto los gritos) y bueno, de ahí mi segunda mentira personal: no puedo hacerlo porque si ya estoy ready pa’ salir y de repente se vuelve un corre y correo de gritos y desesperación lo que yo interpreté fue “no están ready pa’ recibirme/no están ready pa’ mí”
• No sé exactamente cuándo fue que formé la creencia de que “soy fea” pero sí estoy muy segura que fue a temprana edad (posiblemente antes de los cinco años). Ahora bien, aunque no sepa con exactitud la raíz de esa creencia sí tengo claro que la influencia de mi mamá al estar todo-el-tiempo bien arreglada caló hondo en mí. Desde teenager mi sueño de libertad era poder salir sin maquillaje, vistiendo cómo más cómoda me sintiera y usando flip flops, flats o tennis pero ese estilo no era tan aceptado en mi casa y siempre había el comentario o la pregunta de “¿pero tú vas a ir así?” con un tono de desaprobación. (Desaprobación parental es uno de los traumas más comunes que prácticamente toda la población tiene.) No fue hasta hace solo algunos tres años que comencé a salir literalmente como quería, ¡sin maquillaje, cómoda y en havaianas!
• Tampoco he llegado a una memoria exacta en la cual pueda identificar que interpreté “soy bruta” pero sí estoy muy segura que fue entre los seis y ocho años. Una memoria súper clara que tengo fue la de una vez estar acompañando a mi abuelo paterno a ver televisión y él explicarme con el control remoto que si quería bajar el volumen por completo no tenía que oprimir indefinidamente el botón de Volumen sino que le daba a “Mute”. Minutos (literalmente minutos después de habérmelo dicho) me pide que baje el volumen ¿y qué hice? ¡Oprimir como tres veces Volumen! ¿Pa’ qué fue eso? ¡Hasta mi abuela tuvo que defenderme diciéndole “pero Papo si se lo acabas de enseñar, ten paciencia que ella ya aprenderá”! (Y es tan viva la memoria que recuerdo el cuarto dónde estábamos, las noticias que veían y lo que estaban comiendo ¡porque así de maravilloso es el cerebro humano, lo guarda todo y cuando estamos listas nos permite el acceso a memorias!)

Sabiendo todo eso, ¿cómo hago cuando ahora de adulta estoy en una situación y comienzo a pensar y creerme que de verdad no me quieren, que no puedo hacer x trabajo, que soy fea o que soy bruta? Pues simple, automáticamente, cuando me pillo en esas dinámicas nocivas, destructivas y cargadas de juicio me digo “Ileana, estás en tu mentira personal y sabes que nada de lo que te estás diciendo es real” y así comienzo a cambiar los pensamientos a unos más expansivos como: eres una mujer muy importante y amada, tienes las capacidades, el apoyo y los recursos para trabajar con esto, eres una mujer bellísima e inteligente. La repetición en mi cabeza y escribir éstas afirmaciones me permite conscientemente ir cambiando todo el ambiente e ir transformando energéticamente todo dentro, fuera y a mi alrededor. Suena sencillo, lo sé, y la realidad es que lo es, solo que requiere de mucha compasión y fe en nosotras mismas así como practicar, practicar y practicar.

¿Qué te pareció saber esto de mí? ¿Te gustaría conocer cuáles son tus mentiras personales? Para apoyarte más a entender éste tema te sugiero escuchar el Episodio 011 de mi primer Podcast. Presiona aquí para escucharlo.

Nota MUY Importante: No estoy enojada con mi mamá ni con mis abuelos paternos. Estoy y Soy muy consciente de que ellos hicieron lo mejor que pudieron con lo que sabían y tenían como recursos. Gracias a ellos y al resto de mi familia he tenido una vida maravillosa y hoy gozo muchísimo de mí, de Ser quien Soy, de hacer lo que hago, de lo que tengo y de lo que he logrado.

Con Amor, Entrega y Siempre en Servicio,